No existe una selección natural al estilo “planeta de los simios”. A las pruebas me remito.

El pesado, inaguantable, rancio, eslabón perdido natural, y prueba que Darwin tenía razón. Algo ha hecho para sobrevivir.

Al final ocurrió el hecho natural en el pueblo de la yaya, la única familia que de verdad daba razón de ser, aunque no existiera comunicación continua, siempre había alguna coincidencia, unas palabras que compartir, daba igual que hiciera meses que no se supiera nada unos de otros. Ella se fue, pocas quedan igual. En fin. Ahí queda todo.
No hay selección natural, hay que provocar a la naturaleza que la comience. Que haga algo rápido antes que esta civilización se venga abajo, tipo “El retorno del planeta de los simios”.

Se necesita una selección de los que deben de continuar, esto degenera por momentos.

El resto es una invasión provocada. No hay mucho más. El retorno del Yeti.

Siamo chi siamo, siamo tutti cui perché eravamo. A pisciare a casa tua, fuori casa si va pischiato. Oggi, tuti si hanno svegliato tardi, fuori casa dopo undici, quasi mezzo giorno, gli stessi sguardi, gli stessi caratteri e luoghi di incontro. Cui, nel bar, si viene con la doccia fatta. Ma mi sembra che non è proprio vero. Chili e chili di grasso corporeo in giro per strada.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.